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Encuentos a pesar de las distancias. Cómo funcionan los talleres literarios en cuarentena - Entrevista a Liliana Heker y Gabriela Exilart - Babilonia Literaria

Encuentros a pesar de las distancias. Cómo funcionan los talleres literarios en cuarentena

Los talleres de escritura siempre fueron espacios donde lo presencial era la chispa que encendía la magia y permitía el trabajo creativo individual y –al mismo tiempo- colectivo. En tiempos de cuarentena y ante la imposibilidad de reunirse, docentes y alumnos debieron elegir entre posponer la actividad o reconvertirla a pesar de la distancia. ¿Adivinen qué se optó? Aquí las experiencias de las autoras Gabriela Exilart y Liliana Heker al frente de sus propuestas de formación. 
Promediando el año ya no nos sorprende que la pandemia sea la realidad que ha atravesado la vida cotidiana de todos nosotros, y por lo ende, nuestros consumos no solo económicos, sino también sociales y culturales.
Desde el inicio fuimos viendo como músicos, actores y actrices se volcaron a las redes de una manera mucho más constante y premeditada para poder mantener latente el vínculo con su público, proponiendo así desde puestas caseras hasta obras y recitales con entrada paga. Y por el lado de la literatura, algo similar pasó, con las actividades realizadas desde sellos nacionales e internacionales con periodistas especializados, editores, bibliotecarios y escritores, invitando a charlas o conversaciones digitales a lectores de todo el planeta. Y todas estas iniciativas, por pequeñas o grandes que fueran, demostraron ser una forma (hábil y aceptable) de seguir caminando y atravesar como se pueda estos tiempos de pandemia.
Y fueron (fuimos) los lectores/seguidores quienes aceptamos estas nuevas reglas del juego, ingresando a cuanta charla en vivo se llevó a cabo en Facebook, Instagram o YouTube para contactarnos –al menos por esta vía- con autores de todo el mundo.
Sin embargo, existe un espacio ligado a lo literario que siempre necesitó no sólo del encuentro presencial sino de esa especial química que se genera a partir de la escucha atenta de otro: el taller de escritura. En estas propuestas, la energía corporal del grupo fue siempre clave para la alquimia que se genera entre palabras, tonos, gestos y miradas, alquimia que difícilmente se pueda sentir a través de las pantallas. Sin embargo, los talleres literarios se siguen promocionando en redes y parecen gozar de buena salud a pesar de las reglas que establece la pandemia.
A partir de esto es que quisimos consultarle a escritoras que desde hace años vienen realizando esta tarea de formación en nuestro país, para que nos cuenten sus experiencias frente a sus talleres y clínicas en este 2020. Aquí el testimonio de Liliana Heker (Buenos Aires) y Gabriela Exilart (Mar del Plata). 
“Desde el año 2015 vengo coordinando distintos talleres: Escritura Creativa, Novela y Experimental, en el cual hacemos análisis de cuentos de autores referentes. Algunos eran presenciales pero otros eran online con alumnos que no viven en Mar del Plata. El único cambio a raíz de la pandemia fue que tuvimos que pasar todos los talleres presenciales a la modalidad virtual, adaptando horarios y plataformas”, señala la escritora marplatense Gabriela Exilart.
Por su parte, Liliana Heker, escritora y tallerista referente de nuestro país –su espacio de formación lleva décadas y ha sido lugar donde crecieron excelentes escritores nacionales- le contó a Babilonia que desde tiempo se dedica solo a hacer “clínicas de escritura” y que la raíz de la misma “en lo fundamental, no cambió con la virtualidad” en tiempos de Covid. “Se fundó, y se sigue fundando, en la convicción de que un texto puede ser indagado y trabajado hasta expresar todo lo que su autor busca en él.  
En marzo habíamos empezado con reuniones presenciales, que interrumpimos luego de tres semanas. Por esos días entreví la idea de una posible novela; como esa etapa inicial suele ser compleja y muy demandante para mí, acordé una tregua con el grupo. Retomamos recién el 1 de junio”, comentó.
De todas maneras, es cierto que la dinámica de encuentros virtuales no estaba en los planes de nadie hasta que llegó la cuarentena; aunque –a decir verdad- dicha solución quizás más moderna que el tradicional encuentro cara a cara, se convirtió rápidamente en la mejor alternativa para sortear las dificultades.
En el caso de Exilart, la autora cuenta que fueron sus propios alumnos quienes la incentivaron a desarrollar el taller a través de pantallas. “Ellos pidieron empezar las clases con la modalidad virtual, porque se les hacía larga la espera y difícil escribir sin el soporte del taller. De modo que resignaron el “cara a cara” y nos encontramos pantalla de por medio”, comentó la autora de “Por la sangre derramada”
Heker, en tanto, en primer lugar propone desconfiar del calificativo “moderno” para hablar de encuentros virtuales y simplemente lo toma como algo coyuntural. “Voy a desentenderme de la expresión “mucho más moderna”; es equívoca; parece instalar a la virtualidad como una instancia superadora”, detalla y explica: “Yo solo la veo como una buena solución cuando no existe la posibilidad de reuniones físicas. Según mi experiencia, funciona muy bien. Los que, ya desde antes, participan en las clínicas (no acepto gente nueva) respondieron con mucho entusiasmo y con mucho compromiso. Y yo también. A veces me apasiono tanto hablando sobre un texto recién escuchado que me olvido de que estamos comunicándonos a distancia”.
La virtualidad es paliativa, el encuentro, sagrado
Incertidumbre parece ser el concepto que se ha instalado en estos tiempos en la sociedad y muy de a poco a poco vamos aprendiendo a lidiar/vivir con ella. ¿Cuándo podremos volver a encontrarnos como antes? ¿Será entonces cuestión de acomodarse y darse la oportunidad de modificar algunas cuestiones que –incluso- pueden traer beneficios para docentes, alumnos y lectores? ¿La virtualidad llegó para quedarse en el ámbito de los talleres literarios? Se lo preguntamos a las entrevistadas:
Liliana Heker: Solo puedo hablar a título personal. Siempre me había negado a los talleres y clínicas a distancia. Y cuando vuelvan a ser posibles los encuentros reales, con café y mucha energía circulando entre nosotros, volveré a elegir esta modalidad, que me parece incanjeable.
Gabriela Exilart: Creo y deseo que esto sólo sea temporal, al menos respecto de los alumnos que viven en mi misma ciudad.  A pesar de que funcionamos bien, la dinámica del taller presencial es distinta y los que la conocen de años anteriores (tengo alumnos que vienen desde el 2015), la extrañan.
Escritos de cuarentena
Una vez instalados los talleres literarios on line, quisimos también saber qué pasaba puertas adentro, y si este enorme paréntesis que estamos viviendo también se colaba en lo discursivo o incluso testimonial de los alumnos.
Si pudiésemos resguardar a futuro aquellas palabras que repetimos a diario en medio de este contexto, seguramente entrarían en la lista: cuarentena, pandemia, peste, encierro, contagio, virus, temor, apocalipsis y varias más. Y es válido preguntarse si estos conceptos tan a mano en este momento se cuelan o decantan en los textos de quienes hoy por hoy están escribiendo ficción.
“Creo que los hechos de la realidad sufren un proceso –a veces largo– de transformación en cada creador. La literatura no es explícita ni de trámite rápido”, apunta Heker con su extensa trayectoria frente a talleres de escritura, y agrega: “Es muy probable que buena parte de nuestras ficciones futuras lleven alguna marca de la pandemia que estamos atravesando y que, de algún modo, nos modifica. Pero esa marca –tal vez indicio, para los que vengan después, del acontecimiento que todos nosotros sobrellevamos como sociedad- no siempre va a saltar a la vista”. 
Exilart, por su parte, cuenta que en cada encuentro con sus alumnos las “sensaciones” de vivir en cuarentena se utilizan generalmente al comienzo de la clase como momento de distensión, pero rara vez se utilizan como eje temático: “La conversación inicial se refiere a cómo estamos y cómo sobrellevamos el encierro, pero pocas veces ha sido materia de trabajos o disparadores temáticos. La gente ya está cansada del confinamiento y el espacio de taller pretende ser, además de un tiempo de aprendizaje, de recreación, de manera que los disparadores suelen ser otros”.
Talleres literarios, para tener en cuenta
Si te interesan los talleres literarios, te contamos a continuación de algunos que estarán comenzando a partir de la próxima semana tanto en Córdoba como en Buenos Aires:
Taller para Proyectos literarios en proceso, dictado por Fernanda Pérez. Duración un mes. Comienza el próximo martes 30 de junio. Consultas a fernandaperez.novelas@gmail.com.
Taller de Lectura on line coordinado por Agustina Bazterrica & Agustina Caride. Comienza en julio. Consultas: bazterrica.caride@gmail.com

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