"El libro y la TV pueden convivir en paz"
La escritora Liliana Heker, nacida en Buenos Aires, presentó en Tucumán su libro "Diálogos sobre la vida y la muerte".
Las Sagradas Escrituras aseguran que el día inapelable del Juicio todo perpetrador de imágenes o de un texto resucitará con sus obras y le será ordenado que las anime. La escritora Liliana Heker no escapa a este destino. Cuentista y novelista, Heker nació en Buenos Aires en 1943 y fue directora de dos revistas literarias de incuestionable trascendencia: "El escarabajo de oro" y "El ornitorrinco". En ellas sostuvo polémicas y participó de los encendidos debates culturales de los últimos 25 años.
"En nuestro país, siempre ha leído una minoría. Por cuestiones sociales, hay muy poca gente que accede a los libros", señaló la escritora, quien pasó por Tucumán para presentar su libro más reciente "Diálogos sobre la vida y la muerte". En él, Heker reúne conversaciones con escritores, médicos, biólogos, filósofos y psicólogos, que reflexionan sobre la muerte y sus implicancias para el hombre. "Es un tema que nos preocupa a todos; pero, paradójicamente, no es un tema del que se hable con frecuencia. Y cuando se habla, casi siempre se hace referencia a la vida después de la muerte. Lo que yo quise hacer es indagar el significado o el sentido de la muerte como fenómeno biológico y psíquico, y las innumerables formas que a lo largo de la historia ha concebido el hombre para defenderse o luchar contra la muerte", agrega.
En diálogo exclusivo con LA GACETA, Heker confesó también que escribir el libro fue muy duro. "Sobre todo porque hacer las entrevistas me enfrentó a mis propios miedos y a mi negación de la muerte", dijo. Pero, al mismo tiempo, la escritora comentó que ser capaz de pensar sobre la muerte es también reflexionar a fondo sobre el verdadero sentido de la vida.
Respecto de la aparente pérdida del hábito de lectura, Heker se mostró bastante crítica. "No creo que la gente lea menos.
Me parece que cuando los chicos tienen a su alcance libros, leen. Tampoco creo que la televisión sea una mala influencia. Más bien pienso que cuando alguien conoce las posibilidades que le da un libro, elige leerlo. Ese acto privado, ese diálogo secreto que se da entre el lector y el escritor, no tiene nada que ver con lo que se ve en televisión", dijo. En este sentido, la escritora se negó a cuestionar los contenidos televisivos. "Me parece que los libros y la televisión pueden convivir pacíficamente. Es un hecho que ya está establecido.
Cuestionar la televisión a esta altura no tiene sentido", manifestó.
Enamoramiento
Al igual que Borges, Heker señaló que los jóvenes deben acercarse a la lectura con un sentido de goce estético, más que con un sentido de obligación. "Muchas veces la escuela hace que los chicos no se conecten con la lectura, porque sencillamente no la relacionan con el placer. Hay ciertas lecturas impuestas que a los chicos no les interesan en lo más mínimo. Por ejemplo, el propio Borges. Exigirle a un adolescente de 13 o 14 años que no está particularmente enamorado de la lectura que lea "El inmortal" o "La brújula y el péndulo" es incentivarlo a que no lea más a Borges o que no lea más a ningún escritor", comentó. ¿Cuál es la solución? Según la escritora, los chicos deberían leer libros que les interesen. "Yo creo que si un chico de 9 o 10 años lee hoy las aventuras de Sandokan o Moby Dick no parará de leer más. Es cuestión de enamorarlo con las historias adecuadas", señaló. Claro que esto depende mucho de los docentes. "Para comunicar esa pasión por la lectura debe existir también esa pasión en el docente", dijo.
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